Un inmigrante llamado José Martí
- José Francisco Vales Bermúdez
- Mar 1, 2017
- 20 min read
Estimados amigos:
Comparto con ustedes este trabajo que presenté en una conferencia del Centro de Estudios Cubanos (Cuban Research Institute) en el 2013
Resumen:
José Martí fue desterrado de su patria a una edad muy temprana debido a sus ideas políticas. La mayor parte de su vida transcurrió en el exilio. Desde su llegada a España en 1871, Martí denunció los desmanes del colonialismo español en varias publicaciones. A su arribo en México en 1875 después de haber terminado sus estudios en Madrid y Zaragoza, Martí comenzó a colaborar en la prensa local, reflejando acontecimientos nacionales e internacionales, incluso las actividades de cubanos exiliados en ese país. En su estancia en países como Guatemala, Venezuela y Estados Unidos, Martí analizó la vida y aportes de distintas inmigraciones. Fue en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Nueva York, donde Martí pudo conocer mejor el quehacer y aportes de distintas inmigraciones europeas a la vida económica, cultural y política de su patria adoptiva. Sus artículos se difundieron con gran aceptación en diversos periódicos latinoamericanos. El periódico “Patria”, que le sirvió para movilizar a la comunidad cubana residente en Estados Unidos, también se convirtió en vehículo para dar a conocer los aportes de exiliados cubanos residentes en la nación norteña. Martí ha pasado a ser uno de los mejores cronistas de la diáspora cubana y europea de finales del siglo XIX.
Un inmigrante llamado José Martí
“Seré cronista, ya que no puedo ser soldado.”[1]
El destierro 1871-1874
El insigne historiador Carlos Ripoll (1922.2011) ha afirmado lo siguiente:
“Martí fue un exiliado, no un inmigrante. Hay una gran diferencia entre el desterrado y el que emigra, y conviene conocerla, porque suelen tener conductas distintas, por lo que no siempre logran entenderse.”[2]
Este trabajo del Dr. Ripoll, a quien deseo hoy rendir homenaje por su admirable e incansable labor investigativa sobre la vida y obra de nuestro héroe nacional José Martí, me sirvió de motivación para la realización de la presente ponencia, que dista mucho de ser una obra acabada o tema agotado.
Como es conocido, el 15 de enero de 1871, a pocos días de cumplir 18 años de edad, José Julián Martí y Pérez parte de Cuba. No se trata de una travesía, acompañando a su familia, como cuando zarpa a Valencia en 1857, o para acompañar a su padre durante un viaje en 1863 a Honduras Británica (actualmente Belice). En esta ocasión el joven Martí parte de su amada isla en condición de desterrado, destierro al cual ha sido condenado por sus ideas independentistas. En una carta de despedida dirigida a su mentor Rafael María de Mendive (1821-1886) fechada ese mismo día le informa: “De aquí a 2 horas embarco desterrado para España.”[3] Termina esta carta, escribiendo: “…de Vd. toda el alma de su hijo y discípulo, Martí.”
En España reencuentra a su querido hermano Fermín Valdés Domínguez (1853-1910) y a otros amigos. En Madrid y en Zaragoza, Martí se pone en contacto con otros cubanos, algunos desterrados como él, quienes simpatizan con la causa independentista. Escribe libros y artículos en defensa de la causa a la cual habrá de dedicar toda su vida.[4] Uno de esos textos lo motiva a contactar a Néstor Ponce de León (1837-1899), abogado, periodista y escritor matancero radicado en Nueva York, a quien, en una carta fechada en Madrid el 15 de abril de 1873[5], le pide su colaboración para distribuir el folleto “La República española ante la revolución cubana”,[6] el cual Martí ha circulado ya en España. Y es precisamente en España donde por primera vez Martí se relaciona con desterrados y emigrados cubanos. Puede afirmarse que este es su primer verdadero contacto con la diáspora cubana.
Al terminar sus estudios en 1874, Martí parte de España para reunirse con su familia que ya se encuentra en México. Luego de una breve estancia en París, y tránsitos en Le Havre, Southhampton, Liverpool y Queenstown (en la acutalidad llamada Cobh, Irlanda), Martí llega a Nueva York el 14 de enero de 1875 a bordo del vapor Celtic, por él llamado “buque de inmigrantes y de príncipes”.[7]
Esta breve estancia de Martí me despertó la curiosidad por conocer los viajes realizados por el Maestro que tuvieron como destino la ciudad de Nueva York, ciudad donde vivió casi quince años. A continuación les presentaré una descripción de los resultados de las búsquedas que realicé en la versión digital de los microfilmes M237, “Passenger Lists of Vessels Arriving at New York, 1820-1897” del Archivo Nacional en los sitios de Internet Family Search Historical Record Collections y de dicho Archivo Nacional.
A su arribo a Nueva York después de una travesía de doce días, en la que comparte su suerte con emigrantes europeos, el nombre de José Martí aparece en el manifiesto de pasajeros del Celtic[8] como “músico italiano” (uno de cinco músicos italianos) que venía a Estados Unidos con la intención de establecerse en este país.
Fuente:http://archive.org/stream/passengerlistsof0396unit#page/n2/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0396unit#page/n91/mode/2up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0396unit#page/n93/mode/1up
Primera página del manifiesto de pasajeros del Celtic, que arribó a Nueva
York el 14 de enero de 1875.[9]
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0396unit#page/n94/mode/1up
Martí aparece como pasajero número cinco en la segunda página del manifiesto del Celtic. Se señala que su destino era Estados Unidos.
La condición de súbdito español no hubiera sido obstáculo para ser admitido al país en 1875 toda vez que por esa época no había restricciones para entrar en territorio estadounidense como inmigrante. Sin embargo, cabe recordar que Martí se encuentra evadiendo el destierro al cual había sido condenado. El joven abogado viaja en calidad de “fugitivo” a los efectos de las autoridades coloniales españolas. Por aquel entonces la guerra de independencia en la isla continuaba su curso y el consulado de España controlaba los movimientos de los cubanos exiliados en Nueva York para lo cual contrataba los servicios de los agentes de la agencia de detectives Pinkerton’s.[10] Pudiera afirmarse que Martí no quería correr el riesgo de ser apresado y devuelto a España y que temía no poder reencontrarse con sus padres y hermanas en México.
Este fue el primer tránsito de Martí en Estados Unidos que duró apenas doce días. Poco se sabe de sus actividades en esta ciudad durante esa breve estancia. Pero no es ésta la única vez que Martí cambia sus datos personales con la finalidad de poder viajar. El cambio de gobierno en México al frente del cual se encuentra el general Porfirio Díaz (1830-1915) lo lleva a buscar nuevos horizontes. Explica sus motivos para abandonar la patria azteca en un artículo intitulado “Extranjero” que publica en El Federalista el 16 de diciembre de 1876[11], y pocos días después parte hacia Veracruz donde aborda el vapor Ebro que lo lleva a su tierra natal. Viaja a La Habana con papeles expedidos a nombre de Julián Pérez, su segundo nombre y apellido. A Mercado le confiesa en carta fechada el 1ro. de enero de 1877, escrita en Veracruz:
“Está la suerte desafiada, y pronto estará probablemente vencida: -voy al fin a la Habana, con documentos correctamente legales, y nombre de Julián Pérez, segundos nombres míos, con lo cual me parece que me hago a mí mismo una menor traición:-siempre es bueno ser, aun en casos graves, lo menos hipócrita posible.”[12]
Permítanme ahora analizar con ustedes otros viajes de José Martí que tuvieron como destino la ciudad de Nueva York. Se trata de viajes realizados por nuestro Héroe desde Venezuela, Jamaica y Costa Rica. Los manifiestos de pasajeros de esos viajes nos permiten ver, hasta cierto punto, las circunstancias en las cuales viajaba Martí.
Como mencioné anteriormente, la política migratoria de Estados Unidos durante los años finales del siglo XIX tenía como propósito fundamental controlar el influjo de extranjeros indocumentados, de obreros sin calificación y de personas que pudieran convertirse en carga pública.[13] De tal suerte, el joven abogado Martí pudo entrar en territorio de Estados Unidos sin dificultad el 3 de enero de 1880. En el manifiesto de pasajeros del vapor France procedente de Le Havre aparece Martí como abogado de profesión (“avocate” en francés) quien tiene la intención de radicarse en Nueva York. Luego de sus difíciles estancias en México y Guatemala y su segunda deportación de Cuba, Martí parece decidido a establecerse en la gran ciudad norteamericana. Pocos días después de su llegada reanuda su actividad patriótica en el seno del Comité Revolucionario Cubano.
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0422unit#page/n2/mode/1up
Lista de pasajeros de embarcaciones que arribaron a Nueva York 1820-1897
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0422unit#page/n45/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0422unit#page/n46/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0422unit#page/n47/mode/1up
Lista de pasajeros del vapor France, que arribó a Nueva York el 3 de enero de 1880 procedente de Le Havre, Francia. Martí aparece como pasajero número 30, teniendo como destino Estados Unidos.
Viaje de La Guaira a Nueva York, 10 de agosto de 1881
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0440unit#page/n2/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0440unit#page/n824/mode/1up
Manifiesto del vapor alemán Claudius
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0440unit#page/n825/mode/1up
Martí se ve conminado a partir de Venezuela, y el 28 de julio de 1881 se dirige a Nueva York a bordo del vapor alemán Claudius. En el manifiesto de pasajeros de dicho vapor que partió de la Guaira con escala en Puerto Cabello y que arribó a Nueva York el 10 de agosto de 1881, Martí aparece como pasajero número 2, hombre de 28 años de edad, abogado de profesión, y se señala a Cuba como país al cual pertenece y donde piensa radicarse. El manifiesto está firmado por el capitán del vapor J. A. Wiese.
Viaje de Kingston a Nueva York, 19 de octubre de 1892
Este viaje de Martí lo lleva a las Antillas para promover la causa de la independencia de Cuba. El viaje lo inicia el 31 de agosto de 1892 y en esta ocasión visita Haití, República Dominicana y Jamaica. Logra convencer a Máximo Gómez para que asuma el mando supremo de la guerra inminente. Realiza Martí múltiples reuniones para ganar apoyo para la causa independentista. El viaje de regreso a Nueva York lo realiza en travesía desde Kingston el 13 de octubre de 1892. Llega Martí a Ellis Island el 19 de octubre de 1892.
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0599unit#page/n3/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0599unit#page/n18/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0599unit#page/n19/mode/1up
Viaje de Puerto Limón a Nueva York, 17 de julio de 1893
Entre los viajes que Martí realiza para promover la causa de la independencia de Cuba está un segundo viaje a las Antillas. El viaje lo inicia el 25 de mayo de 1893. En Montecristi se reúne con el general Máximo Gómez. Continúa viaje hacia Haití, Panamá y Costa Rica, en cuya capital se reúne con el general Antonio Maceo y con el presidente José Joaquín Rodríguez. El 8 de julio parte de Puerto Limón a bordo del vapor Alhena, que arriba a Ellis Island el 17 de julio de 1892.[14] Martí aparece en el manifiesto de pasajeros con el número 14, hombre de 40 años de edad. Mercader, español que va a radicarse en Nueva York, habiendo abordado la nave en Puerto Limón. El vapor Alhena hizo la travesía Greytown- Puerto Limón- Nueva York.
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0614unit#page/n3/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0614unit#page/n426/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0614unit#page/n428/mode/1up
Viaje de La Habana a Nueva York, 4 de agosto de 1893
Al revisar las listas de pasajeros de distintos barcos que arribaron a Nueva York en 1893, encontramos el nombre de un pasajero llamado José Martí. Dicho pasajero viajó de La Habana a Nueva York a bordo del vapor Panamá el cual arribó a Ellis Island el 4 de agosto de 1893. El pasajero en cuestión es el número 14 de dicha lista, hombre de 43 años de edad, mercader, de nacionalidad española y que tiene la intención de radicarse en Nueva York, haciendo abordado el vapor Panamá en La Habana. Lógicamente, pudiera tratarse de una coincidencia de nombres o ¿un viaje secreto de Martí a La Habana?
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Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0615unit#page/n725/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0615unit#page/n727/mode/1up
Viaje de Kingston a Nueva York, 2 de julio de 1894
Martí realizó un viaje a Costa Rica a bordo del vapor Albert Dumois el 31 de mayo de 1894. Este viaje fue sumamente importante para los preparativos de la guerra de independencia que se iniciaría el 24 de febrero de 1895. En Costa Rica Martí se reunió con el general Antonio Maceo, así como con otros patriotas como Enrique Loynaz, Patricio Corona, Alberto Boix, los generales José Maceo y Flor Crombet entre otros cubanos. En este viaje visita Panamá y más tarde Jamaica. El viaje de regreso a Nueva York comenzó el 26 de junio a bordo del vapor Ailsa. Según el manifiesto de pasajeros, el barco hizo la travesía de Jeremie, Limón y Kingston, donde Martí abordó esta embarcación, con destino a Nueva York. En el mencionado manifiesto del vapor Ailsa, cuyo capitán es J. W. Morris, Martí aparece como pasajero número 3; se trata de un hombre de 41 años de edad, de ocupación “literaria”, perteneciente al país Estados Unidos y quien tiene como destino la ciudad de Nueva York. El barco llegó a Ellis Island, Nueva York, el 2 de julio de 1894. El pasajero número 4 es Francisco Gómez, hombre de 18 años de edad, estudiante, de nacionalidad Santo Domingo, quien tiene como destino la ciudad de Nueva York.
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0628unit#page/n3/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0628unit#page/n764/mode/1up
Fuente: http://archive.org/stream/passengerlistsof0628unit#page/n764/mode/1up
El cronista José Martí
La amplia labor periodística de José Martí, que se inicia con la publicación de su primer artículo político en “El Diablo Cojuelo” en La Habana el 19 de enero de 1869 y pocos días después con la edición de su periódico “La Patria Libre” el 23 de enero, demuestran su temprana conciencia del importante papel de la prensa. En España, México, Guatemala, Venezuela y Estados Unidos, Martí fue periodista, articulista, cronista, editor y director de revistas y periódicos. Todos recordamos con admiración y cariño su “Edad de Oro” que más de un siglo después de publicada sigue siendo un tesoro de la literatura infantil. Artículos y crónicas de Martí se publicaron o reprodujeron en unas 50 publicaciones periódicas en 11 países.
La principal labor de Martí como periodista la realizó durante su estancia de casi quince años en Estados Unidos. El volumen 5 de las “Obras Completas” recoge artículos publicados por Martí en “Patria”.[15] Una revisión del índice de dicho volumen nos revela la diversidad de temas abordados por el Maestro: Mujeres, Clubs, Publicaciones, Miscelánea, Letras, Educación, Pintura, Música, Miscelánea, y En Casa, sección que aparecía regularmente en “Patria”, en la cual se difundieron numerosos comentarios de Martí sobre la vida de los emigrados cubanos en Estados Unidos. “Patria” fue el vehículo que Martí utilizó para difundir la vida política, social y cultural de la emigración.
Empero no solamente la vida de la inmigración cubana encontró eco en los artículos y crónicas redactados por el Maestro durante su exilio en Nueva York. Su primera colaboración como cronista lo vincula a la “Sección Constante” de “La Opinión Nacional” de Caracas, sección en la cual escribió 112 crónicas desde Nueva York entre 1881 y 1882.[16] La labor de cronista la continúa a través de su colaboración con el periódico “La Nación” de Buenos Aires a partir del 15 de julio de 1882 desde Nueva York.[17] Su primera crónica en este periódico apareció en la edición del miércoles 13 de septiembre y fue la única enviada por Martí en ese año de 1882. Martí continuó su colaboración con “La Nación” hasta el 20 de mayo de 1891. La última crónica estaba fechada el 26 de marzo en Nueva York. Los tomos 9, 10, 11 y 12 de las “Obras Completas” de Martí recogen la mayoría de sus artículos y crónicas bajo la rúbrica de “En los Estados Unidos. Escenas Norteamericanas”. El volumen 13 agrupa diversos artículos y textos bajo la rúbrica de “En los Estados Unidos, Norteamericanos. Letras, Pintura y Artículos Varios”. Todos estos textos martianos constituyen una fuente valiosísima para conocer el desarrollo de la vida económica, política y social en Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Nueva York. En ellos también se refleja el aporte de los millones de inmigrantes que buscaron mejor destino en suelo norteamericano.
Martí aborda también el tema de la hostilidad hacia los inmigrantes chinos en varios artículos.[18] En uno de esas crónicas Martí describe las penurias de los inmigrantes chinos en una Carta de Nueva York, fechada el 12 de marzo de 1882, y publicada el 21 de marzo en La Opinión Nacional de Caracas: “San Francisco contra los chinos” y “Estados Unidos cierran sus puertas a los chinos”. En ese mismo año el Congreso aprobó otra Ley de Inmigración, con fecha 3 de agosto de 1882, en la que se establecía un impuesto de $0.50 a todos los inmigrantes que arribasen a puertos estadounidenses.[19] El debate sobre el tema de la prohibición de inmigrantes chinos encuentra eco en otra crónica de Martí (OC, T 9, pág. 311-312) que Martí fecha en Nueva York el 23 de mayo de 1882 y La Opinión Nacional de Caracas publica más tarde. La ley igualmente concedía a las autoridades la protesta de negarle el ingreso al país a personas que hubieran sido condenadas por delitos, exceptuando delitos políticos, así como a dementes o personas que pudieran convertirse en carga pública. Martí nos comenta la discusión que existía en torno a la ley meses antes de su aprobación en una crónica publicada el 11 de abril de 1882 en La Opinión Nacional de Caracas.[20]
En sus crónicas y artículos abordó Martí con relativa frecuencia el tema de los inmigrantes europeos que venían a Estados Unidos. Entre 1880 y 1894 llegaron a Estados Unidos 7,569,213 inmigrantes, la mayoría de los cuales arribaban a puertos de Nueva York.[21] Por la época en que Martí se radicó en Nueva York decenas de miles de emigrantes alemanes afluían hacia Estados Unidos. Martí convivió con esos inmigrantes y escribió sobre su aporte a la construcción de la sociedad estadounidense, así como sobre sus costumbres y tradiciones.
Los inmigrantes alemanes y sus descendientes constituían aproximadamente una tercera parte de la población de la ciudad de Nueva York, con una población de cerca de 400,000 personas. El barrio conocido por el nombre de Kleindeutschland (la pequeña Alemania o Little Germany en inglés) en la parte baja de Manhattan, se encontraba en las inmediaciones de la oficina de Martí en Front Street. Little Germany tenía una población cercana a los 250,000 habitantes. Indudablemente, la presencia alemana en la gran urbe tuvo que haber influido de manera positiva en aumentar el interés de Martí por la cultura alemana, que ya se había hecho evidente desde su etapa estudiantil en España, donde la filosofía y la literatura alemanas gozaban de popularidad. El contacto con la vida cultural alemana debe haber motivado a Martí a escribir sobre diferentes acontecimientos en Estados Unidos en los cuales estaban involucrados inmigrantes alemanes. En sus crónicas y artículos abordó Martí la construcción del puente de Brooklyn a cargo de Johann August Röbling (1806-1869) OC, T. 8, p. 356; T. 13, p. 253 s.), la creación de un club de deportes o Turnverein (OC, T. 11, p. 290), la realización de festivales artísticos o Künstlerfesten (OC, T. 12, p. 505), la ejecución de un grupo de anarquistas de origen alemán en Chicago (OC, T. 11, p. 333 s.), la enseñanza del idioma alemán en las escuelas de Nueva York (OC, T. 12, p. 340 s.), así como el aporte de Friedrich Wilhelm von Steuben (1730-1790) a la independencia de Estados Unidos (OC, T. 9, p. 87; T. 14, p. 136). Asimismo, Martí escribió sobre muchos otros temas relacionados con Alemania: de los 112 artículos publicados por él en la Sección Constante del periódico “La Opinión Nacional” de Caracas entre noviembre de 1881 y junio de 1882, 73 de ellos abordan la vida científica, cultural, política y económica en Alemania, y la situación de la inmigración alemana en Estados Unidos.[22]
Así, por ejemplo, hallamos un artículo publicado por Martí el 21 de enero de 1882 sobre los emigrados alemanes, a los que calificó como sigue: “Los alemanes son hombres de ciencia y de comercio.”[23] Y ofrecía el Maestro las razones de dichos alemanes para emigrar:
“De los pueblos del Norte vienen a los Estados Unidos ejércitos de trabajadores: ni su instinto los invita a no mudar de suelo, ni el propio les ofrece campo ni paz bastante. Ciento noventa mil alemanes han venido este año a América: ¿qué han de hacer en Alemania, donde es el porvenir del hombre pobre ser pedestal de fusil, y coraza del dueño del Imperio? Y prefieren ser soldados de sí mismos, a serlo del emperador.”[24]
Por otra parte, cabe destacar que durante su exilio en Nueva York Martí era asiduo cliente en un restaurante, cantina y hotel muy frecuentado por la inmigración alemana, la Hoffman House.[25] En un artículo sobre las elecciones presidenciales de 1885 en Estados Unidos, Martí se apoyó en el ambiente que reinaba entre los electores alemanes congregados en la cantina de Hoffman para reportar sobre los resultados de esa contienda electoral:
“No hay salón de bebida que no hierva. En los de suburbio, a los dos lados de ambos ríos, se apuesta y balbucea; y no hay nadie en pie, sino porque los unos se apoyan contra los otros; de beber y vocear están roncos. No son así los salones de gente alemana, que votó muy temprano, y a sus casas no ha vuelto, sino a oír perorantes, y quemar sus pipas, y beber en sus jarrillos de barro bañado, sobre la salchicha de Frankfort o el bocado de pastoso Limburgo, el Hubmacher negro, o el Licboschaner[26]; toda esta gente de Alemania es de buen ver; su ropa, buena; su aspecto, honrado; su alegría, reflexiva y bonachona; su lealtad, teza; su juicio, lento y propio; en todo alemán hay un poco de Lutero:—republicanos han sido por lo común, pero esta vez, han votado mayormente con los demócratas[…] -en verdad, los alemanes han despoblado selvas, y fundado Estados, y abierto vías férreas del Atlántico al Pacífico; y el mejor comercio de Nueva York, alemanes lo hacen[…]. El hijo del alemán es culto, respetuoso, fuerte y dado a su trabajo…”[27]
Conclusión:
Hasta aquí he ofrecido algunos ejemplos de la labor que Martí desempeñó como cronista de la diáspora cubana, china y europea en su tiempo, fundamentalmente desde su exilio en Nueva York y a través de publicaciones que se editaban en Estados Unidos y en el exterior. Considero que las “Obras Completas” de José Martí nos brindan una riquísima fuente de información digna de investigar para poder estudiar la historia de las diásporas antes mencionadas en el siglo XIX.
“Seré cronista, ya que no puedo ser soldado.”[28] Así le escribió José Martí en una carta al general Máximo Gómez desde Guatemala en 1878. En realidad, Martí fue más que soldado: fue el extraordinario organizador y líder del movimiento por la independencia de Cuba a finales del siglo XIX. Y fue, además, el excelente cronista de la diáspora cubana y de los millones de inmigrantes que buscaban una mejor vida en Estados Unidos.
Bibliografía
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[1] Martí, José: Obras Completas, Tomo 20, página 263, [La Habana] 1878. Todas las citas martianas han sido tomadas de la edición de la Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1991. Se indica, además, el tomo, las páginas y siempre que ha sido posible, la fecha del texto martiano en cuestión.
[2] Carlos Ripoll: “Martí: Exilio y emigración”, consultado el 13 de marzo de 2013 en http://eddosrios.org/marti/Article-24/exi_inmi.htm.
[3] OC, T. 20, pág. 247, Carta a Rafael María de Mendive, La Habana, 15 de enero de 1871.
[4] Entre los libros, artículos y cartas de esta época se encuentran El Presidio Político en Cuba, Carta al Director de “El Jurado Federal” con fecha 17 septiembre de 1871; Carta al Director de “El Jurado Federal” con fecha 22 septiembre de 1871; ¡27 de noviembre! del 27 noviembre de 1872; La República Española ante la Revolución Cubana, del 15 febrero de 1873; Carta a Néstor Ponce de León, del 15 abril de 1873; La Solución. La Cuestión Cubana, Sevilla, 26 abril de 1873; Las Reformas. La Cuestión Cubana, Sevilla, 26 mayo de 1873. Todos estos documentos se han insertado en el Tomo 1 de las Obras Completas.
[5] OC, T 1, págs.98-99.
[6] El trabajo está fechado el 15 de febrero de 1873 en Madrid. Martí lo publicó en forma de folleto con motivo de la proclamación de la primera República Española. El folleto se imprimió en la imprenta de Segundo Martínez, Travesía de San Mateo 12, Madrid.
[7] OC, T. 19, pág. 16, Apuntes. Al parecer se trata de sus viajes a Nueva York y México, 1875-1877.
[8] El vapor Celtic pertenecía a la White Star Line. Fue construido en 1872 en Belfast en los astilleros de Harland and Wolff. Su lanzamiento al agua tuvo lugar el 5 de junio de 1872. Su primer viaje fue de Liverpool a Nueva York. Partió de la primera el 24 de octubre de 1872 y arribó a Nueva York el 4 de noviembre de 1872. La ruta regular fue siempre, hasta el 16 de febrero de 1891, Liverpool-Nueva York. En 1893 fue vendido a la Thingvalla Line de Copenhagen y cambió su nombre a Amerika. Edward Smith, quien fuera el capitán del Titanic, pasó a formar parte de la tripulación del Celtic en 1880 en calidad de cuarto oficial. Consultado el 4 de marzo de 2013 en http://en.wikipedia.org/wiki/SS_Celtic_(1872).
[9] Consultado el 11 de marzo de 2013 en http://archive.org/stream/passengerlistsof0396unit#page/n93/mode/1up.
[10] La Pinkerton's National Detective Agency fue fundada por Allan Pinkerton (1819-1884) en 1850 en la ciudad de Chicago. Se hizo famoso cuando descubrió un complot para asesinar al presidente Abraham Lincoln en 1861 durante su inauguración como presidente. En lo sucesivo Lincoln contrató a esta agencia para su seguridad personal. En el momento de mayor auge, la agencia tuvo más detectives y agentes que soldados en el ejército de Estados Unidos y se convirtió en la mayor agencia de seguridad del mundo.
[11] OC, T. 6, págs. 360-363. Martí llega a La Habana el 6 de enero de 1877. Una de sus intenciones es conseguir alojamiento para su familia y empleo para su padre en La Habana. Parte a bordo del vapor City of Havana el 24 de febrero con destino Progreso en México, a donde arriba el 28 de febrero de 1877.
[12] OC, T. 20, pág. 16.
[13] En 1875 se había aprobado una ley que prohibía la importación de mujeres para ejercer la prostitución y la inmigración de extranjeros que estuvieran pendientes de condena por delitos cometidos, con la excepción de delitos de carácter político.
[14] Hidalgo Paz, Ibrahím: “José Martí 1853-1895. Cronología.” Segunda edición rectificada y aumentada, pág. 198. Edición digital. También: “José Martí 1853-1895. Cronología.” Primera edición, Centro de Estudios Martianos, pág. 178. Ibrahim Hidalgo Paz menciona que Martí viajó de Costa Rica a Nueva York el 8 de julio y que se encontraba en Nueva York el 13 de julio de 1893. Sin embargo, el vapor Alhena llegó a Ellis Island el 17 de julio según el manifiesto del barco.
[15] “Patria” comenzó a publicarse en Nueva York el 14 de marzo de 1892 como órgano del Partido Revolucionario Cubano. Continuó publicándose después de la caída en combate de Martí. El último número fue el 522 que se publicó el 31 de diciembre de 1898. En el volumen 2 de las Obras Completas también aparecen valiosos artículos de José Martí.
[16] Las crónicas en cuestión pertenecientes a dicha Sección Constante se pueden consultar en OC, T. 20, págs. 55-317
[17] OC, T. 9, “Carta de los Estados Unidos”, págs. 317-327.
[18] En 1882 el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley conocida con el nombre Chinese Exclusion Act (Ley de Exclusión de los Chinos) según la cual quedaba prohibida la inmigración de chinos por un periodo de diez años. Esta ley puso fin a la ola de inmigrantes chinos que arribaron a Estados Unidos en los años 1848-1855, los cuales participaron en la búsqueda de oro en California y más tarde en la construcción del primer tren transcontinental. La Ley de Exclusión de los Chinos fue una de las leyes que más limitó la libre inmigración de un grupo étnico en toda la historia del país, alegando que los inmigrantes chinos perturbaban el orden público en muchas ciudades y poblados.
[19] El dinero de la recolección de este impuesto se empleó en sufragar los gastos ocasionados por la atención y procesamiento de los inmigrantes, la mayoría de los cuales llegaba a Castle Gardens en Nueva York.
[20] OC, T. 9, págs.289-290.
[21] El mayor número de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos en toda su historia tuvo lugar en 1882, con un total de 788,992 inmigrantes. Esta cifra fue superada en 1903 cuando arribaron 857,046 inmigrantes. De Europa llegaron a Estados Unidos 4,638,684 entre 1880 y 1889. De ellos 1,445,181 procedían de Alemania y eran el m,ayor grupo de inmigrantes en cifras absolutas. En el decenio 1890-1899 los inmigrantes italianos superaron a los inmigrantes alemanes (579,072). En ese decenio el número de inmigrantes italianos alcanzó la cifra de 603,761. Datos extraídos el 27 de enero de 2013 de: http://www.dhs.gov/sites/default/files/publications/immigration-statistics/yearbook/2011/ois_yb_2011.pdf.
[22] Véase Vales, José Francisco: “La influencia de la cultura alemana en la formación del pensamiento de José Martí”, en: Iberoamericana, 20. Jahrgang (1996), Nr. 1 (61), p. 24.
[23] OC, T. 9, pág. 225.
[24] OC, T. 9, S. 224, “Carta de Nueva York”, La Opinión Nacional, Caracas, 21 de enero de 1882. Evidentemente se refería Martí al proyecto de ley militar imperial presentado por Bismarck ante el Reichstag en 1874, en virtud del cual el ejército regular alemán en tiempos de paz debería constar de 402,000 efectivos.
[25] La Hoffman House de Nueva York se convirtió en lugar de reunión de Martí con sus compatriotas y amigos. Véase OC, T.20, p. 432, Carta a Gonzalo de Quesada del 20 de octubre de 1893. Martí menciona en varias ocasiones "la cantina de Hoffman". Por ejemplo: véase: OC, T. 6, p. 110; T. 9, pg. 459; T. 10, p. 48, 105, 116, 117, 118; T. 11, p. 375, 385; T. 12, p. 96. En el Tomo 26 de las Obras Completas se registra erróneamente Hoffman House como “Hotel de Nueva York” y Hoffman como “restaurante de Nueva York”. En realidad se trata de un solo establecimiento.
[26] La cerveza Liebotschaner era una de cuatro marcas de cervezas que se importaban de Bohemia y que gozaban de popularidad en Estados Unidos en la época en que Martí vivió en Nueva York. Las otras tres marcas eran Pilsner Urquell, Budweiser Bier y Michelob.
[27] OC, T. 10, p. 116 s., “Cartas de Martí”, La Nación, Buenos Aires, 7 de enero de 1885.
[28] Martí, José: Obras Completas, Tomo 20, página 263, Carta al general Máximo Gómez [Guatemala] 1878.



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